me encontré con él una madrugada de junio
luego de una horrenda noche perfecta
las botellas habían pasado de mano en mano
creando ruidos blancos en mi cabeza
no podía entender bien lo que escuchaba salir de la boca
de aquel personaje tan excéntrico
vestido con un saco polvoriento de un color obscuro, sobre una camisa roja
todo esto, coronado con una galera completamente arrugada
que descansaba sobre su cráneo de forma que parecía pegada
fumaba cigarros de un color violeta
mientras me contaba sus teorías sobre la vida
no pregunté su nombre
no quise hacerlo
las ultimas sombras de la noche
se veían sucumbir ante los rayos de sol
hasta entonces ahogados por las espesas nubes
...
el hombre no paraba de preguntar al aire:
o no?... o no?
mientras miraba cerca, sobre sus hombros
siempre seguido de una risa,
como si alguien mas estuviera entre nosotros
escuchando el final de algún chiste macabro contado por él...
también decía que eramos como cisnes
-visto desde afuera, todo está muy calmo
flotamos suavemente sobre las aguas del estanque,
pero...
lo que no se ve, es que cada uno
de esos apacibles entes
se encuentra en una lucha interna
pataleando incesantemente para continuar a flote- Dijo
luego, inmediatamente...
O no? O, no?
seguido de las risas
me pasé varias horas pensando en los cisnes
escuchando cada tanto mi propia conversación
con ese tipo tan raro...
Eventualmente terminé por dormirme
para despertar varias horas después
en el mismo banco de la plaza donde nos encontrábamos
había sido real?
o solo un producto de mi borrachera?
no lo sabía
para entonces,
solo quería llegar a mi casa
y tomar mil vasos de agua...